Tipos de depresión
Los diferentes tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el paciente.
Grupo A
- Duración no inferior a 2 semanas.
- No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales orgánicos.
Grupo B
- Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.
- Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
- Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Grupo C
- Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
- Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
- Pensamiento de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
- Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
- Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.
- Alteraciones del sueño.
- Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
Grupo D
- Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:
Episodio depresivo leve
Presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.Episodio depresivo moderado
El paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.Episodio depresivo grave
Presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad.
En estos episodios cobran relevancia los
intentos de suicidio, asociados a la carga somática, principalmente en
los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser
controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe
valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer
asociados síntomas del grupo D.
Causas de la depresión
Entre
las principales causas de la depresión podemos encontrar tanto factores
genéticos, fisiológicos, personales como ambientales:
Factores genéticos
La presencia de antecedentes de
depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa
en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios
se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de
probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso
de existir precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en
el caso de gemelos dicigóticos.
Factores fisiológicos
La aparición y cronificación de la
depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles
de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en el
tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos,
los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuya
función consiste precisamente en modificar los niveles de serotonina que
se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un grupo de
enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la
mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:
- Migraña
- Diabetes
- Hipertiroidismo
- Síndrome de Cushing
- Enfermedad de Adisson.
- Amenorrea hiperprolactinémica.
Factores personales
Se ha visto que existe un porcentaje
significativamente mayor de depresión en mujeres que en hombres. La edad
también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y
los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones hormonales sufridas.
Factores ambientales
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos
personales (laboral, familiar…), en especial si el sujeto se encuentra
además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol,
tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones
interpersonales potencia especialmente estos factores.
Síntomas y diagnóstico de la depresión
Son varios los síntomas que pueden presentarse durante la depresión, sabiendo que, cuantos más síntomas se aparezcan y cuanto más graves sean, más difícil será la recuperación.
Existen diversos organismos que han
establecido, en función de la presencia de determinados signos clínicos,
distintos baremos de valoración y clasificación de la depresión. Los
más usados a nivel clínico y de investigación son los reflejados en el
manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) de
la Asociación americana de Psiquiatría, y de la 10ª edición de la
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). De acuerdo con la
clasificación de la CIE-10 se emplea un listado compuesto por diez
síntomas depresivos generales para su diagnóstico, y otro listado más
amplio para la clasificación del episodio como leve, moderado o grave
(con presencia o ausencia de síntomas psicóticos). De forma general, deben existir al menos dos de estos tres síntomas típicos de la depresión:
- Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
- Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
- Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
La CIE-10 establece que un episodio depresivo se diagnostica a través de los siguientes parámetros:
- Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
- Situación no atribuible al empleo de sustancias psicoactivas o a la presencia de algún trastorno mental orgánico.
- Presencia de síndrome somático: en otras clasificaciones se denominan “síntomas melancólicos” o “síntomas endogenomorfos”. Son:
- Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
- Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.
- Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.
- Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
- Aparición de lentitud en las funciones motoras o agitación.
- Disminución marcada del apetito.
- Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.
- Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
- Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
- Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
- Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
- Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
Fuente: http://www.webconsultas.com/depresion/depresion-289
Healthline. The power of intelligent Health. Recuperado en: http://www.healthline.com/health/depression/effects-on-body
No hay comentarios:
Publicar un comentario