viernes, 26 de febrero de 2016

Conceptos comparativos de Freud, Jung y Adler

Comparativo de las teorías de freud, adler y jung

El psicoanálisis de freud

Definición, objeto y método

Tres niveles en el psicoanálisis:
  1. Es un método de investigación, basado principalmente en la interpretación de la asociación libre y con el objetivo de hacer accesibles los significados inconscientes de las manifestaciones (palabras, sueños, actos, fantasías) de los individuos.
  2. Es un método terapéutico para el tratamiento de los trastornos neuróticos.
  3. Es un conjunto de teorías de psicología y psicopatología.
Objeto del psicoanálisis: el inconsciente. Tesis esencial de esta escuela: el psiquismo no se reduce a lo consciente. Los contenidos inconscientes tienen un papel determinante de la vida psíquica. Método del psicoanálisis: interpretación de las distintas producciones del sujeto, principalmente de las asociaciones libres, aunque  también de los sueños. Como método clínico se centrará en el análisis en profundidad de los casos particulares.
Propósito del psicoanálisis: el robustecimiento del psiquismo consciente.  
  
Principales conceptos del psicoanálisis

Concepción del aparato psíquico
     Dado que concibe el psiquismo como formado por sistemas con características y funciones distintas y dispuestos en determinado orden, Freud utilizó el concepto de tópica.  

a) Primera tópica: el psiquismo está formado por los sistemas consciente, preconsciente e inconsciente.
Contenidos conscientes: son datos inmediatos de la conciencia, responden a las leyes de la lógica y están gobernados por el principio de realidad, por lo que busca la adaptación al mundo exterior. Mediante el sistema percepción-conciencia está vuelto hacia el mundo exterior, aunque también es capaz de atender a los estímulos procedentes de la vida psíquica interior.
Contenidos inconscientes
: sólo pueden ser inferidos pues el sujeto no es consciente de ellos; no les afecta las leyes de la lógica ni categorías como el tiempo y el espacio. Están regidos por el principio del placer (inclinación a la realización inmediata del deseo, y con ello de la gratificación), del que la realización alucinatoria del deseo es una de su principales manifestaciones. Son de dos clases:
  • Los sujetos a represión (dinámicamente inconscientes)
  • Los inconscientes en un momento determinado pero que pueden transformarse en conscientes por que no son reprimidos por el sujeto. Son los contenidos preconscientes.
b) Segunda tópica. Estructura del aparato psíquico:
  • Yo: se identifica con el consciente y representaría la razón y al sentido común: se gobierna por el principio de realidad.
  • Ello: se corresponde con el inconsciente, depositario de los instintos y gobernado por el principio del placer. Desorganizado, emocional, oscuro y difícilmente accesible.
  • Super-yo: procede de la introyección  (incorporación de algo exterior) de las figuras de los progenitores, tal como eran vividas en la niñez y depositarias de lo que está bien y mal. Incluye elementos conscientes e inconscientes. La culpa se produce cuando la conducta entra en conflicto con el super-yo.
      Freud creyó que existe una relación antagónica y conflictiva ente las tres instancias. El yo debe buscar la armonización y acaba sirviendo a "tres severos amos":
  • La realidad : fracaso: angustia real.
  • Al super-yo; fracaso: angustia moral.
  • Al ello: fracaso: angustia neurótica.
        El objetivo del psicoanálisis es robustecer el yo, hacerlo más independiente del super-yo y ampliar su dominio sobre el ello.

Libido
: forma de energía; tiene su origen en el ello. En un primer momento la concibió como energía específicamente perteneciente a los instintos sexuales (al ello, por tanto). Después supuso que el yo también la poseía, aunque derivada de la del ello.  Etapas del desarrollo de la libido, que van desde el nacimiento a la adolescencia.

Oral
, anal, fálica y genital, cuya fuente de placer libidinal es, respectivamente,  la estimulación de la boca, el ano, el pene y los genitales. Su exceso y falta de gratificación pueden provocar trastornos en la vida adulta. Etapa de latencia: entre la fálica y la genital; en ella  las demandas libidinales quedan latentes.
Los instintos: en su formulación final, Freud defendió la existencia de
  • Instinto de vida (Eros), cuya forma de energía es la libido.
  • Instinto de muerte (Tanatos): impulsa hacia la desorganización, la muerte. El tipo de energía que le corresponde recibe el nombre en algunos textos de "destrudo".
Tratamientos psicoanalistas: en su origen ligado a la comprensión y tratamiento de la histeria.

a) Catarsis (o método catártico) (antecedente del psicoanálisis). Fue el primero utilizado por Freud y básicamente consistía en aplicar la hipnosis. Éste método le enseñó que:
  • Las alteraciones somáticas (corporales) de la enfermedad son consecuencia de influencias psíquicas.
  • Existen procesos anímicos inconscientes y ligados a la enfermedad.
    A partir de estudios de Charcot y de Breuer, Freud formuló su teoría explicativa de los síntomas histéricos:
  • Los síntomas se generan en situaciones en las que se reprime una acción; los síntomas sustituyen a las acciones reprimidas.
  • Los motivos y los impulsos anímicos que dan lugar a la histeria quedan fuera de la consciencia del paciente, perdurando los síntomas.
Tratamiento: la hipnosis le permitía al sujeto revivir el suceso traumático originario, lo que traía consigo la desaparición de los síntomas.
b) Asociación libre. Sustituye al hipnotismo.
Regla analítica fundamental: el paciente debe comunicar al analista todo lo que se le ocurra, sin que su pensamiento esté controlado por reflexión consciente. Fundamento de la regla: la asociación libre en realidad no lo es puesto que las ocurrencias del paciente, su discurso, estaría determinado por el material inconsciente.
     El analista debe utilizar este material y a partir de su interpretación, debe reconstruir los contenidos psíquicos olvidados por el paciente. En el transcurso del tratamiento el paciente muestra una resistencia constante e intensa que le dificulta para aceptar sus propias vivencias. De este hecho derivó Freud su teoría de la represión: ciertas impresiones e impulsos anímicos pueden ser apartados de la conciencia y la memoria por fuerzas anímicas y ser sustituidas por los síntomas que componen la enfermedad. La represión proviene del yo del paciente y está generalmente dirigida hacia impulsos sexuales.
De estos hechos obtuvo las siguientes conclusiones:
a) Los síntomas sustituyen a satisfacciones prohibidas.
b) Las vivencias infantiles son fundamentales en la vida de las personas pues dejan disposiciones imborrables.
c) Existe una sexualidad infantil.
       De todas las vivencias infantiles destaca el complejo de Edipo, en el que Freud creyó encontrar la base de la neurosis. Surge entre los 3 y los 5 años, consiste en la reunión de ideas y sentimientos inconscientes relacionados con el deseo de poseer al progenitor del sexo opuesto y eliminar al del mismo sexo, y su resolución se logra cuando el niño se identifica con el progenitor del mismo sexo. Si el sujeto sufre una "fijación" en esta etapa sobreviene la culpa, la rivalidad con el padre y el conflicto.
     En el transcurso de la terapia aparece el fundamental fenómeno de la transferencia. Por ella el paciente transfiere al analista ideas, sentimientos, deseos y actitudes que pertenecen a su relación con una figura significativa de su pasado (generalmente los padres). Dos tipos de transferencia: la positiva, compuesta de sentimientos de ternura, y la negativa, compuesta de sentimientos de hostilidad. Este hecho es fundamental para la resolución de la terapia. Relacionada con lo anterior está la neurosis de transferencia: neurosis artificial en la que se organizan las manifestaciones de la transferencia y se constituye en la relación con el analista. Su análisis permitirá el descubrimiento de la neurosis infantil.
            El fenómeno de la transferencia muestra:
  • La extraordinaria importancia de las experiencias infantiles.
  • Experiencias ligadas generalmente a la relación del niño con sus padres.
  • Estas experiencias relacionales tienen a repetirse en la vida posterior del individuo. Puesto que en la transferencia el paciente tiene a reproducir las peculiares relaciones que mantenía con sus padres, el analista debe contar con este material para sus conclusiones.
Contratrasferencia: se da cuando es el analista el que transfiere ideas, sentimientos o actitudes al paciente. Puede perturbar el análisis.

Regla de abstinencia: por ella el analista niega al paciente los deseos o satisfacciones que reclama, negándose a asumir el papel que el paciente le quiere asignar.

Otros elementos a tener en cuenta para el análisis:

Actos fallidos
: errores o fallos en la conducta o el habla en asuntos en los que habitualmente no se producen. Con frecuencia se suelen interpretar como falta de atención, sin embargo para Freud son la muestra de procesos inconscientes o intenciones reprimidas. Sueños: para Freud eran la "vía regia" hacia el inconsciente. Son ejemplo paradigmático de actividad inconsciente  y comparten la estructura de los síntomas neuróticos. Distingue entre el contenido manifiesto (lo soñado, lo que aparenta el sueño) y el contenido latente (su auténtico significado).
      Para enmascarar las ideas latentes el soñador emplea varios mecanismos:
  • Condensación (concentrar varias ideas latentes en una o pocas ideas o contenidos manifiestos).
  • Desplazamiento (desplazar en los espacios de importancia del sueño lo principal del contenido latente a un lugar secundario del relato en que consiste el contenido manifiesto, o lo secundario a uno principal).
  • Dramatización (expresar en forma de historia un contenido latente).
  • Simbolización (emplear en el contenido manifiesto símbolos para enmascarar los contenidos latentes).
      Una de las funciones principales del soñar: la realización simbólica del deseo.     Finalmente, dado que los actos fallidos y los sueños están presentes en las personas normales, no sólo en los neuróticos, Freud pudo decir que el psicoanálisis no era únicamente una terapia para la neurosis sino también una nueva psicología.

LA PSICOLOGÍA INDIVIDUAL DE ALFRED ADLER

   Alfred Adler (1870-1937) creó su propio sistema, conocido como Psicología Individual. Con este título no se refiere a lo opuesto a colectivo o social, quiere más bien señalar la preeminencia que tiene en su psicología la realidad única e individual presente en cada persona. Algunas principales discrepancias entre Freud y Adler:
  • Freud ofrece explicaciones causalistas, Adler prefiere un enfoque finalista o teleológico (de "telos", en griego "fin"), pues subraya la importancia de las metas o fines de las personas en su forma de organizar su presente.
  • Adler destaca la fuerza del yo individual; en Freud sin embargo, el yo es más frágil por la presión del ello.
Conceptos principales de la Psicología Individual:
  • Carácter y estilo de vida. El carácter es el estilo de vida peculiar a cada individuo y que,  en esa medida, lo singulariza. Se forma en los primeros 4 o 5 años de vida como consecuencia de las relaciones del niño con sus padres y hermanos. Los patrones o estilos de comportamiento y pensamiento que entonces se forman se trasladarán después con más o menos fidelidad a la vida adulta.
  • Plan de vida: es el objetivo de la vida de la persona, cuyas raíces se hunden en el inconsciente. Unifica la experiencia del sujeto e influye decisivamente en el carácter.
Aspectos básicos del entorno familiar que determinan la personalidad del individuo:
  1. La atmósfera familiar: en ella se desarrollará el sentido de la realidad del niño; formada por las actitudes, relaciones y comportamientos que los padres tienen entre sí.
  2. Los valores familiares: forman parte de la atmósfera familiar y son aquellos hacia los cuales los padres mantienen una creencia fuerte. El niño nunca será indiferente hacia ellos.
  3. La constelación familiar: relativa al orden de nacimiento del niño, la diferencia de edad, el sexo, el tamaño de la familia,... Su posición en la constelación familiar influirá en la concepción que el niño va a tener de las relaciones sociales y sobre sus cualidades. Es necesario no caer en generalizaciones fáciles (sobre el hijo único, el "segundón"...) pues cada caso es único y dependerá de la educación que los padres impongan y de la interpretación que el niño haga de su posición.
Áreas básicas de la vida: la profesión, la amistad y la sexualidad o amor. Problemas en estas áreas traen consigo trastornos neuróticos, por lo que la satisfacción personal en estas importantes áreas de la vida son, según Adler, un índice de salud mental.

Complejo de inferioridad
: la conciencia de su inferioridad orgánica provoca un peculiar conjunto de ideas y sensaciones. El complejo se convierte en un estímulo que lleva a su compensación. El exceso en este afán de compensación trae consigo el apetito de poder o afán de superioridad. En el caso de las mujeres y para paliar la conciencia de su "inferioridad ligada a su sexo" (sic) puede dar lugar a la conducta reactiva denominada "protesta viril".
    El individuo neurótico busca la seguridad siguiendo unas líneas ficticias directrices que le llevan a construir  una existencia y un mundo falso pero como si fuera verdadero. En este afán utiliza un arreglo, o distorsión de la realidad con la que el sujeto cree que se realiza tal y como había soñado. Adler entiende la neurosis como un intento de compensación de la sensación infantil de inferioridad.  Terapia:
   
El tratamiento adleriano se basa en la reeducabilidad para cambiar el estilo de vida y desarrollar un sentimiento comunitario. "¿Qué haría usted si no tuviera esa dificultad?" es lo que se ha llamado "la pregunta" en la terapia adleriana, y muestra el enfoque teleológico o finalista de toda su psicología: la respuesta del paciente le enseña al terapeuta el camino que debe seguir para comprender el estilo de vida del paciente y apoyarle cuando sea necesario su cambio.  

LA PSICOLOGÍA ANALÍTICA DE CARL JUNG

  Carl Jung (1875-1961) mantuvo una intensa relación con Freud, pronto rota por importantes discrepancias teóricas. Rechazó la psicología que buscaba una fundamentación de sus explicaciones en el orden físico, enfoque que caracterizó como "psicología sin alma".
    Las diferencias respecto del pensamiento freudiano se centran principalmente en los conceptos de libido y de inconsciente.
Libido: para Jung es la energía psíquica en general, en contraste con el planteamiento freudiano que la identifica más con la energía sexual.
   Inconsciente: también aquí Jung rechaza la primacía que Freud daba a los elementos sexuales, Jung mantuvo que cuestiones religiosas, distintas formas de ver el mundo, e incluso factores políticos y culturales pueden influir más que los instintos sexuales en la vida inconsciente. Pero más importante es la diferencia en este otro aspecto: como Freud, admite la existencia de un inconsciente personal, fruto de los contenidos reprimidos de origen infantil, pero añade la existencia de un inconsciente colectivo, más profundo que el anterior, de naturaleza universal, por lo tanto con contenidos y modos de comportamiento que son los mismos en todos los individuos. En el inconsciente colectivo destaca lo que Jung llamaba arquetipo: imágenes primordiales relativas a constantes humanas.
Algunos importantes arquetipos:
  • La Sombra: representa la parte negativa del sujeto, el inconsciente reprimido.
  • El Anima y el Animus. Anima: representa la parte femenina presente en el hombre y generalmente reprimida por él. Su inversa es el Animus o parte masculina presente en las mujeres.
  • El Tesoro: representa la meta y la plenitud deseada por la persona.
  • El Mandala: representación de la armonía perfecta de los opuestos, su integración total en el psiquismo.
    En el inconsciente personal Jung encuentra como elementos destacados los complejos afectivos: el complejo reúne imágenes y energías relativamente independientes del resto del psiquismo; forma algo así como un psiquismo independiente dentro del sujeto. Una persona con un complejo es una persona escindida. Jung sitúa en los complejos el origen de toda perturbación mental; del mismo modo que para Freud los sueños eran la "vía regia" de acceso al inconsciente, así serán los complejos para Jung.

Terapia: una novedad de Jung fue el uso de test de asociaciones verbales: el terapeuta le pide al paciente que responda con lo que primero acuda a su mente ante una serie de palabras-estímulo. El psicoanalista mide con un cronómetro el tiempo de reacción entre el estímulo (palabras como "agua", "círculo", "azul", "cuchillo"...) y la respuesta. Si el sujeto tarda en responder a la palabra-estímulo ello es señal de la existencia de un complejo en el que el analista debe investigar.     También fueron importantes sus aportaciones en el campo de la personalidad (con sus clasificaciones de tipos psicológicos) y su consideración de que el tratamiento terapéutico debe culminar en el proceso de individuación: desarrollo de la individualidad del paciente, ampliación de su conciencia y autonomía personal. Se cifra la salud en la autorregulación personal y en la armonía entre contrarios. Para este fin el terapeuta busca la colaboración activa del paciente y emplea también el análisis de los sueños y otras creaciones como dibujos o escritos.

Fuente:


 

Fuente:   Martonell, J. y Prieto, J. Introducción a la psicología - UNED- Curso de acceso.  Resuem del Manual Fundamentos de la Psicología.  Recuperado en: 



martes, 2 de febrero de 2016

Los efectos de la depresión en el cuerpo

La depresión es un trastorno afectivo, una forma de expresión de dolor que se manifiesta con síntomas psíquicos y somáticos, por lo que para el diagnóstico y tratamiento de la depresión es muy importante valorar el entorno del paciente.

Tipos de depresión
Los diferentes tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el paciente.

Grupo A

  • Duración no inferior a 2 semanas.
  • No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales orgánicos.

Grupo B

  • Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.

Grupo C

  • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
  • Pensamiento de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
  • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
  • Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.
  • Alteraciones del sueño.
  • Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).

Grupo D

  • Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:

Episodio depresivo leve

Presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.

Episodio depresivo moderado

El paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.

Episodio depresivo grave

Presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad.
En estos episodios cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática, principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer asociados síntomas del grupo D.

Causas de la depresión

Entre las principales causas de la depresión podemos encontrar tanto factores genéticos, fisiológicos, personales como ambientales:

Factores genéticos

La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos.

Factores fisiológicos

La aparición y cronificación de la depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en el tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar los niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:
  • Migraña
  • Diabetes
  • Hipertiroidismo
  • Síndrome de Cushing
  • Enfermedad de Adisson.
  • Amenorrea hiperprolactinémica.

Factores personales

Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres que en hombres. La edad también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones hormonales sufridas.

Factores ambientales

Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar…), en especial si el sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia especialmente estos factores.
 

Síntomas y diagnóstico de la depresión

Son varios los síntomas que pueden presentarse durante la depresión, sabiendo que, cuantos más síntomas se aparezcan y cuanto más graves sean, más difícil será la recuperación.
Existen diversos organismos que han establecido, en función de la presencia de determinados signos clínicos, distintos baremos de valoración y clasificación de la depresión. Los más usados a nivel clínico y de investigación son los reflejados en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) de la Asociación americana de Psiquiatría, y de la 10ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). De acuerdo con la clasificación de la CIE-10 se emplea un listado compuesto por diez síntomas depresivos generales para su diagnóstico, y otro listado más amplio para la clasificación del episodio como leve, moderado o grave (con presencia o ausencia de síntomas psicóticos). De forma general, deben existir al menos dos de estos tres síntomas típicos de la depresión:
  • Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
La CIE-10 establece que un episodio depresivo se diagnostica a través de los siguientes parámetros:
  • Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
  • Situación no atribuible al empleo de sustancias psicoactivas o a la presencia de algún trastorno mental orgánico.
  • Presencia de síndrome somático: en otras clasificaciones se denominan “síntomas melancólicos” o “síntomas endogenomorfos”. Son:
    • Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
    • Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.
    • Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.
    • Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
    • Aparición de lentitud en las funciones motoras o agitación.
    • Disminución marcada del apetito.
    • Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.
    • Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
    • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
    • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
    • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
    • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
En este sentido también es muy importante el papel de la familia a la hora de detectar los síntomas de la depresión.





Fuente:  http://www.webconsultas.com/depresion/depresion-289
Healthline.  The power of intelligent Health.  Recuperado en: http://www.healthline.com/health/depression/effects-on-body